En ocasiones puede que te resulte necesario enviar un correo anónimo para trasladar una información fundamental sin que quede constancia de la persona que la ha enviado. Se trata de algo fácil de hacer a través del correo postal, donde basta con enviar un correo sin remitente. Pero no resulta tan sencillo descubrir cómo hacerlo en el entorno digital. Como hay tantas formas diferentes de trazar el origen de un correo electrónico, conviene tomar una serie de precauciones antes de enviar un email anónimo. Vamos a acompañarte en el proceso de proteger tu identidad a la hora de enviar un correo.
Ilma Vienazindyte
Jul 28, 2020 · 4 minuto de lectura
Puede haber diferentes motivos por los que necesites mandar un email anónimo. Algunos de ellos son:
Es posible que tengas que denunciar un caso de abusos, fraude, corrupción, acoso u otras malas praxis, pero tengas miedo de posibles represalias si lo haces. Si necesitas hacer llegar esta información a la vez que garantizas tu propia seguridad, una cuenta de correo anónima puede ser la mejor manera de hacerlo.
Con frecuencia, los periodistas necesitan utilizar correos electrónicos anónimos para contactar con sus fuentes o hacer llegar información a la redacción de forma segura. Esto es especialmente importante si estás investigando alguna trama de corrupción o si te encuentras en un país en conflicto. Un correo electrónico anónimo no solo te ayudará a protegerte, sino que puede salvar la vida de alguna de tus fuentes.
Quizá te preocupa la enorme cantidad de datos privados que compartimos a diario cada vez que usamos internet, y quieres poder usar el correo electrónico sin tener que preocuparte de posibles filtraciones de este tipo de contenidos. Cada vez son más las compañías que tratan de exprimir cada mínimo dato que dejamos escapar en la red para vendernos productos o hacer negocio con nosotros. Un correo electrónico anónimo puede evitarte este tipo de disgustos.
Lo primero que necesitarás para enviar un correo electrónico anónimo es crearte una cuenta de correo con datos personales que no se correspondan con los de tu persona real, o, mejor aún, sin datos personales de ningún tipo. Para esto cuentas con varias opciones.
La opción más sencilla, pero la menos anónima, es crear un correo electrónico desde cero en cualquier cliente de correo habitual, ya se trate de Gmail, Yahoo o cualquier otro. En lugar de registrar este correo con tu nombre y apellidos, elige nombres genéricos y pon una fecha de nacimiento que no se corresponda con la tuya. De esta forma, el correo en sí quedará registrado bajo un nombre que no tendrá ninguna vinculación contigo, al menos en principio.
A la hora de crear tu cuenta, es posible que el cliente de correo trate de activar un sistema de verificación en dos pasos y te pida confirmar tu cuenta con un número de teléfono o con otra dirección de correo. En este caso, lo mejor es utilizar una dirección de correo electrónico genérica o lo más alejada posible de tu persona, para que resulte difícil de rastrear en el caso de que alguien tratase de averiguar quién ha creado esa cuenta de correo.
Los ‘burner’ e-mails son clientes de correo electrónico que te permiten enviar y recibir correos de forma anónima. En algunos casos se trata de cuentas de correo que no te pedirán datos privados y que se eliminarán automáticamente después de cierto tiempo o después de que hayas enviado tu correo electrónico. En otros casos, ni siquiera te será necesario crear una cuenta y podrás enviar tu correo a través de una cuenta genérica ya existente.
Si no necesitas recibir correos electrónicos, sino solo enviarlos, quizá tu mejor opción sea AnonymouseMail. Y, a la inversa, si lo que quieres es únicamente recibir correos electrónicos, puedes usar Mailinator o Trashmail para recibir e-mails sin exponer tus datos personales ni tus propias cuentas. Esta puede ser, además, una buena forma de evitarte spam o email spoofing en el futuro.
Además, hay clientes de correo electrónico que ofrecen servicios de encriptación para mantener tus correos protegidos en todo momento y garantizar que solo pueden ser leídos por sus legítimos destinatarios.
Sin embargo, debes recordar que todos los métodos anteriores todavía pueden mantener el vínculo entre tu cuenta de correo y tu IP. Para poder enviar un correo electrónico de forma auténticamente segura, lo mejor es enviar un email anónimo sin IP, es decir, enmascarando por completo no solo tu identidad, sino también la de tus dispositivos. De esta forma, incluso si alguien rastrea tus correos electrónicos, será imposible localizar el equipo informático desde el que fueron enviados.
La mejor manera de proteger tu IP a la hora de enviar correos electrónicos es utilizar una VPN para enmascararla. Si no sabes todavía qué es una VPN, se trata de una de las herramientas de ciberseguridad más importantes para proteger tus datos privados. Una VPN, además, te permitirá encriptar tu conexión de extremo a extremo y de forma robusta, con lo que no necesitarás contratar un servicio de correo electrónico encriptado para enviar tus mensajes: bastará que utilices un gestor de correo genérico o uno de los clientes de ‘burner’ e-mail que te hemos recomendado.
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