Tipos de IP: Todo lo que debes saber

Una dirección IP es una sucesión de números que identifican a un dispositivo conectado a internet. Funcionan de manera similar a tu dirección postal, es decir, sirven para identificar la ubicación de todos y cada uno de los dispositivos para permitirles enviar y recibir información entre ellos.

Tipos de IP

Estos son los principales tipos IP que puedes encontrar:

Las direcciones IP públicas y privadas están estrechamente vinculadas entre sí. El actual protocolo IP fue creado en los años 80 y permite usar un máximo de 4300 millones de direcciones IP públicas, pero el número de dispositivos que usamos es muy superior a esta cifra. Para resolver este problema y poder conectar todos los dispositivos se crearon las IP privadas, que están basadas en el sistema NAT (Network Address Translation).

Las direcciones IP públicas son las que están destinadas a identificar la ubicación de tu router dentro de internet en su conjunto. Puede entenderse como tu dirección personal en el mundo digital. Así, todos los dispositivos que tengas conectados a tu router compartirán la misma IP pública.

Las direcciones IP privadas, a diferencia de las públicas, solo operan de forma local, y se utilizan para identificar a cada dispositivo conectado a tu red. Tu PC, tu smartphone y tu SmartTV utilizan direcciones IP privadas diferentes para conectarse a tu router, y, a partir de aquí, comparten la misma IP pública.

Las direcciones IP también pueden clasificarse en dos categorías diferentes en función de si son estáticas o dinámicas.

Al contrario que las estáticas, las direcciones IP dinámicas se renuevan continuamente para responder a las necesidades de la red. La mayoría de las direcciones IP de particulares son dinámicas, incluyendo –seguramente– la de tu domicilio.

Una IP estática es una IP que se mantiene constante con el tiempo. Normalmente son asignadas a servidores o a plataformas que necesitan contar con una dirección IP fija para poder funcionar. No suelen utilizarse en domicilios porque son más caras y presentan algunas desventajas.

Una dirección IP dedicada es una dirección IP estática única que se asigna a una web en específico. Los sitios web que tienen un tráfico muy elevado prefieren usar una IP dedicada porque les permite estabilizar su conexión y mejorar la experiencia de sus usuarios. Los usuarios particulares también pueden obtener direcciones IP dedicadas mediante la contratación de servicios VPN.

Los servicios VPN pueden ofrecer direcciones IP dedicadas o compartidas, en función de tus necesidades. Las IP compartidas son mejores para preservar tu privacidad, pero pueden causarte problemas si otro usuario las utiliza de forma ilícita. En cambio, las IP dedicadas pueden servirte para estabilizar tu tráfico online.